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Ay, los maravillosos radares. Esos cachivaches que han sido motivo de un día malhumorado para muchos en más de una ocasión. Y ya los hay de casi todos los tipos y colores, para que no excedas los límites de velocidad en ningún momento. Aun así, dentro del amplio mundo de los radares de velocidad, hay un tipo que todavía genera confusión: los radares de tramo.
Los radares de tramo son dispositivos utilizados para controlar la velocidad de los vehículos en zonas específicas de la vía, en lugar de hacerlo en los puntos fijos como hacen los radares tradicionales. Esto puede ser más efectivo para desalentar el exceso de velocidad, ya que los conductores no pueden reducir su velocidad temporalmente solo al pasar por un radar fijo y luego acelerar nuevamente. ¿La idea detrás de esto? Mejorar la seguridad vial al fomentar una conducción más uniforme y constante en largos tramos de carretera.
Número de radares de tramo en España
En España se han instalado radares de tramo en diversas ubicaciones de todo el país con el objetivo de controlar la velocidad de todos los usuarios de una vía durante largos tramos de carretera específicos. Sin embargo, debido a la naturaleza dinámica de la implementación de estos dispositivos y las políticas de seguridad vial de cada región, es importante tener en cuenta que la cantidad y ubicación exacta de estos radares pueden variar anualmente.
Seguramente no sorprenda a nadie que las regiones del país con mayor concentración de radares de tramo suelen ser aquellas con altos índices de accidentes de tráfico. A entrada de 2024, la DGT dispuso al territorio nacional de 1.325 radares móviles, 780 radares fijos y 92 radares de tramo; sin contar los radares del Servei Català de Trànsit y Trafikoa de Cataluña y el País Vasco. Conocer la posición de estas cámaras de velocidad es de dominio público, por lo que siempre que tengas la duda, una búsqueda rápida en Internet te resolverá tus dudas.
Funcionamiento de los radares de tramo
Los radares de tramo monitorean la velocidad de un vehículo en un tramo continuo de vía, generalmente entre dos puntos fijos. Estos dispositivos registran la hora en que un vehículo pasa por el primer punto y luego registran su paso por el segundo punto. Con este dato, se calcula la velocidad media durante todo el recorrido. Si la velocidad media excede el límite permitido, se activa el radar y te acaba llegando una multa.
En caso de que el coche supere el límite de velocidad establecido, el radar de tramo registra la infracción mediante la captura de una fotografía del vehículo, incluyendo su matrícula, y la almacena como evidencia para su uso en la imposición de multas o en procedimientos legales posteriores. Una vez llegados a este punto, el procedimiento posterior es el mismo que con cualquier otro tipo de radar: la infracción será publicada online en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y recibirás un sobre de parte de Tráfico en casa.
Margen de error de los radares de tramo
Como todos los radares existentes, los de tramo cuentan con cierto margen de error. Esta es una consideración importante en su funcionamiento, ya que puede afectar la precisión de las mediciones de velocidad media motivado por diversos factores, incluyendo la precisión del dispositivo de medición y su calibración, las condiciones climáticas, la alineación de los puntos de medición y la propia velocidad del vehículo
El margen de error se calcula típicamente como un porcentaje de la velocidad medida. Por ejemplo, el radar fijo tiene un margen de error de 5 km/h en velocidades inferiores a 100 km/h y del 5 % por encima, lo que significa que la velocidad registrada puede diferir hasta un 5 % de la velocidad real del vehículo. A la par, los radares móviles permiten un error de 7 km/h en velocidades por debajo de los 100 km/h y de un 7 % en las velocidades superiores. Sin embargo, los radares de tramo (como el del helicóptero Pegasus de la DGT) conceden un margen de error de un 10 %.
Qué hacer para evitar multas
Para evitar multas por exceso de velocidad en tramos controlados por radares, sean del tipo que sean, es fundamental seguir algunas recomendaciones y, sobre todo, tener cabeza. Los límites de velocidad están por algo, no los traspases. Evita acelerar bruscamente y procura mantener una velocidad constante y moderada, ya que te permitirá reaccionar al momento ante cualquier imprevisto en la carretera. Y, por supuesto, pon todos los sentidos cada vez que te pongas tras el volante. Recuerda que conducir de manera segura es responsabilidad de todos los usuarios de la carretera.