El ciclo NEDC que significa New European Driving Cycle, es un ciclo de homologación de emisiones y consumos que estuvo en vigor entre el año 1997 y 2018. Durante ese mismo año entró en vigor la normativa WLTP. Cabe destacar que estas homologaciones se desarrollaban en laboratorios; concretamente sobre un banco de rodillos y unas condiciones determinadas.
La homologación bajo el ciclo NEDC se dividía en dos partes; una extraurbana y cuatro ciclos de conducción ECE-15. Los ciclos de conducción ECE-15 se repetían cuatro veces y simulaban una conducción urbana en hora punta con atascos y con el motor frío. Se recorría casi un kilómetro y se circulaba a una velocidad media de unos 18,35 km/hora. Los vehículos examinados alcanzaban una velocidad máxima de 50 km/hora. Por su parte, la prueba de conducción extraurbana simulaba una conducción interurbana. Se recorrían unos siete kilómetros a una velocidad media de 62,59 km/hora. La velocidad máxima alcanzaba los 120 km/hora.
En total, durante las pruebas, los vehículos recorrían un máximo de once kilómetros a una velocidad media de 33,35 km/hora. Además, estas pruebas se tenían que llevar a cabo bajo unas condiciones muy definidas. La temperatura del laboratorio tenía que estar entre 20 y 25 grados, los sistemas auxiliares como el aire acondicionado deberían estar apagados y si el coche era manual se utilizaba una marcha fija y si era automático la propia transmisión elegía el momento en el que realizaba el cambio. También el depósito de combustible tenía que estar al 90% de su capacidad.
¿Por qué el ciclo NEDC ha sido sustituido por el ciclo WLTP?
Con el paso de los años se ha demostrado que el ciclo NEDC no ofrecía unos datos 100% fiables y es que algunos vehículos homologaban unos datos que no tenían nada que ver con la realidad. Durante el mes de septiembre de 2018, entró en vigor el ciclo de homologaciones WLTP.
El ciclo NEDC se ha dejado de considerar fiable porque las condiciones no eran las mismas para todos los vehículos. Por ejemplo, no registra los mismos datos un coche un día de lluvia y viento que otro con sol. Las condiciones del tráfico y la climatología son variables por lo que los resultados también lo eran.
Algunos fabricantes de automóviles llegaron incluso a conocer con mucho detalle las pruebas a las que se sometían los vehículos, entonces, una vez examinados, los coches registraban unas emisiones y unos consumos inferiores a los que producían en condiciones reales. Tras descubrir estos fraudes, las autoridades europeas decidieron implementar un nuevo ciclo de homologaciones que se ajustara a las condiciones reales a las que los vehículos se someten a diario.