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Aparcar el coche. Para algunos, quizá el momento más temido de la actividad de conducir. Quizá te acabas de sacar el carné y quieres algunos consejos para hacer el proceso un poco más sencillo y llevadero, o tal vez sabes que no es tu punto fuerte (aún) y buscas mejorar tus habilidades antes las maniobras de estacionamiento. Eso es lo que te ofreceremos a lo largo de este artículo.
Porque aprender a aparcar correctamente es fundamental para garantizar la seguridad del coche y de no entorpecer a otros conductores. Dominar esta habilidad no solo contribuye a evitar accidentes y daños a otros vehículos, sino que también mejora la fluidez del tráfico y la experiencia de conducción en general. Por eso exploraremos la importancia de adquirir buenas técnicas de estacionamiento y cómo estas habilidades pueden influir en el confort, tanto para el conductor como para los demás usuarios de la vía.
Técnicas de estacionamiento
Tanto nuestro profesor de autoescuela, como nuestros padres, demás familiares o amigos nos han podido enseñar muchos trucos para aparcar el coche como es debido, y de manera fácil y sencilla. Si bien algunos de estos consejos vienen determinados por características del coche en cuestión, aquí te ofrecemos algunas notas generales que siempre funcionan, sea el coche que sea el que estés manejando.
Estacionamiento en línea:
Busca un hueco vacío que sea lo suficientemente largo para tu vehículo. Colócate junto al que está delante del espacio vacío, asegurándote de mantener una distancia segura. Pon el intermitente hacia el lado donde vas a aparcar. Avanza despacio hacia el hueco, alineando el coche paralelo al borde del espacio de estacionamiento. Para ello, tendrás que emplear tus espejos retrovisores.
Cuando tu coche esté bien alineado, gira el volante completamente hacia el lado del espacio de estacionamiento. Continúa avanzando con calma hasta que estés completamente dentro del espacio, dejando una distancia equitativa entre los coches adyacentes. Ajusta la posición si es necesario avanzando y retrocediendo con mucha cautela y asegúrate de estar centrado en el espacio de estacionamiento. Coloca el cambio en punto muerto (P, si es automático) y activa el freno de mano.
Estacionamiento en batería:
Aquí has de buscar un hueco que sea lo suficientemente ancho y profundo para tu coche. Manteniendo una distancia segura con los demás objetos de tu alrededor e indicando con el intermitente la maniobra, gira el volante completamente hacia el lado donde quieres que el coche se quede quietecito un rato. Avanza despacio, manteniendo tu vehículo en un ángulo de 45 grados con respecto al borde del espacio.
Continúa avanzando hasta que tu vehículo esté casi paralelo al vehículo adyacente. Gira el volante en sentido contrario para enderezar tu vehículo y completar el estacionamiento. Si es necesario, y como en cualquier maniobra de aparcamiento, ajusta el coche para estar lo más centrado posible. Porque no hay nada más molesto que aparcar tan cerca de otro que es imposible acceder a él, especialmente cuando se trata del lado del conductor.
Estacionamiento en ángulo:
Igual que en el estacionamiento en batería, busca un espacio que sea más ancho y profundo que tu coche. Y una vez más, manteniendo una distancia segura con los coches adyacentes y el intermitente puesto, tan solo tendrás que girar el volante completamente hacia el lado del espacio de estacionamiento tratando de posicionar el coche en un ángulo de 45 grados con respecto al borde del hueco, aproximadamente.
Continúa avanzando hasta que tu vehículo esté casi paralelo al vehículo junto a ti. Gira el volante en sentido contrario para enderezar tu vehículo y completar el estacionamiento. Si no ha quedado perfecto, ya sabes lo que toca hacer.
Consejos de seguridad
Aparcar correctamente no termina en el momento que quitas el contacto. Antes de salir de tu vehículo después de estacionar, asegúrate de revisar los espejos laterales y el retrovisor para detectar la presencia de peatones, ciclistas u otros vehículos que puedan estar cerca. Esto te ayudará a evitar accidentes al abrir la puerta o al moverte alrededor de tu vehículo.
Mantén siempre la atención en tu entorno mientras estacionas o sales de un espacio de estacionamiento. Busca activamente la presencia de peatones, ciclistas y de otros vehículos, especialmente en áreas concurridas como estacionamientos de centros comerciales o zonas urbanas. Además, cuando te aproximes a un espacio para aparcar o salgas de él, reduce la velocidad. Eso te servirá para aumentar tu tiempo de reacción y mejorar tu capacidad para responder a una situación imprevista.
Estos consejos adicionales te ayudarán a aparcar de manera segura y a reducir el riesgo de accidentes al estacionar tu coche. Recuerda siempre mantener todos tus sentidos alerta en tu entorno y practicar una conducción defensiva en todo momento. Y conocer las técnicas adecuadas de estacionamiento puede hacer que aparcar tu coche sea una tarea más fácil, cómoda y segura para todos.