Si hablamos de aspectos como potencia, velocidad punta o aceleración de 0 a 100 km/h, puede ser que hasta los niños conozcan estos atributos a cerca de un coche. Sin embargo, cuando hablamos de par motor (también conocido como torque), incluso a los aficionados les cuesta explicar este concepto. Pero lo cierto es que su importancia a la hora de conducir es mayor de lo que muchos creen. Porque a pesar de que las grandes cifras de potencia pueden llevarse todo el protagonismo y parecer impresionantes, lo cierto es que son solo una parte de la historia a la hora de conocer cómo será la conducción de un coche.
El par motor es la fuerza necesaria para que el cigüeñal del motor gire y por lo tanto, sea capaz de transmitir el movimiento al resto de elementos mecánicos necesarios para desplazar el vehículo: caja de cambios, barra de transmisión y ejes motrices, hasta llegar a las ruedas. Eso lo hace tan importante como la potencia e incluso más, dependiendo del uso que le des a tu coche, pero además es importante recalcar que la potencia desarrollada por el par motor es proporcional a la velocidad angular del eje de transmisión. Por eso te contamos qué significa realmente y por qué es tan crucial para el rendimiento de un motor.
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¿Qué es el par motor?
Cuando hablamos de par motor, lo hacemos de la fuerza necesaria para que el cigüeñal del motor gire y, por lo tanto, sea capaz de transmitir dicho movimiento al resto de elementos mecánicos necesarios para desplazar al vehículo. La potencia indica la velocidad de un coche con un determinado motor y en este caso el torque, es el encargado de indicar la fuerza de ese motor. Dicho de otra manera, es el empuje que genera el motor después de que se produzca la explosión dentro de la cámara de combustión.
Los coches con motores de alto par tienden a acelerar más lentamente desde el principio, pero más rápido desde bajas revoluciones en una marcha alta. Mientras que por el contrario, se da la situación opuesta: los coches con motores de bajo par tienden a acelerar más rápido desde el principio, pero más lento desde bajas revoluciones en una marcha alta. Eso hace que los coches con motores de bajo par puedan ser un poco frenéticos y duros, y en términos de conducción eso se traduce en que necesitan muchos cambios de marcha y revoluciones altas para mantener la potencia.
En el caso de los coches con motores de alto par, estas unidades son mucho más sencillas a la hora de conducir y se adaptan mejor a la forma de conducir de la gente en el día a día. Las autopistas son sus grandes aliadas ya que necesitan menos cambios de marcha, y aceleran con eficacia cuando van a velocidad de crucero. Por norma general el torque suele ser mayor en un motor diésel que en un gasolina. Para calcular cuál sería el par motor de nuestro coche deberíamos multiplicar fuerza por distancia y el resultado se mide en Newton metros, aunque también puedes ver la medida imperial de lb-ft (libras-pie). Si quisieras calcular la conversión por ti mismo, 1 Nm equivale a 0,738 lb/pie.
Importancia del par motor
Como habrás podido comprobar, el par motor tiene un papel mucho más determinante de lo que imaginamos en el rendimiento de un coche. Tanto, que en cierto modo definirá sus características sobre la carretera y por eso te contamos la importancia que tiene en rasgos generales:
- Aceleración y potencia: el par motor es fundamental para la aceleración del vehículo. Un motor con un alto par motor puede proporcionar una aceleración más rápida y una sensación de potencia al conductor.
- Capacidad de remolque: en vehículos utilitarios y camiones, un alto par motor es crucial para la capacidad de remolque. Un motor potente puede manejar cargas pesadas con mayor facilidad.
- Maniobrabilidad: el par motor también afecta la maniobrabilidad del vehículo, especialmente en situaciones como subidas empinadas o terreno accidentado. Un buen par motor garantiza una respuesta adecuada del motor en diferentes condiciones de conducción.
- Eficiencia energética: un motor con un par motor bien equilibrado puede ofrecer una mejor eficiencia energética, permitiendo al conductor obtener más rendimiento con menos esfuerzo del motor.
Interpretando el par máximo
El par motor máximo se consigue a un número de vueltas determinado, pero cada coche lo logra en un momento distinto. Como se ha explicado, cada coche está preparado para aguantar un régimen de vueltas concreto y una fuerza determinada dentro de los cilindros. Por tanto, a mayor par motor máximo, el motor tendrá más capacidad de reacción y eso se sentirá en la conducción durante momentos concretos como aquellos en los que queremos subir una cuesta o simplemente iniciar la marcha. De ahí que los fabricantes quieran buscar que el coche dé el par motor máximo a bajas revoluciones, con la intención de conseguir una aceleración más rápida.
Diferencias entre par motor y potencia
El par motor y la potencia del motor están estrechamente relacionados, pero es importante saber la diferencia entre ambos términos ya que, en función de uno u otro, podrás saber qué coche te interesará más comprar según el uso que le vayas a dar. Mientras que el par motor se refiere a la fuerza con la que gira el motor y determina cuánto es capaz de empujar tu coche, la potencia indica la capacidad que tiene tu motor de realizar esa fuerza de la que hablamos con el par motor en un tiempo determinado. En resumen, representa la rapidez con la que un motor puede hacer su trabajo, lo rápido que puede aplicar el torque.
Puede que aquí te surja la duda de para qué sirve saber el par y la potencia, y lo esencial en esta diferenciación es aplicarla en las necesidades que tengas durante tu día a día en la carretera. Saber diferenciar potencia y par motor te ayudará a saber si necesitas más fuerza o velocidad punta. Si quieres un coche que sirva para disfrutar de la velocidad, deberás prestar más atención a la potencia que a la entrega.
En definitiva, el par motor es una medida fundamental del rendimiento de un motor, afectando la aceleración, capacidad de remolque, eficiencia energética y maniobrabilidad del vehículo. Comprender su importancia y cómo se relaciona con otros aspectos del motor es esencial para apreciar plenamente el funcionamiento de un vehículo y maximizar su potencial en la carretera.