¿Un coche con cambio manual o automático? Esa es una de las cuestiones que se plantean los conductores en el presente cuando piensan en qué tipo de coche comprar, donde han ido ganando terreno los cambios automáticos, hasta hace unos años, solo una opción para vehículos grandes o lujosos, pero que ahora se plantea, por su facilidad de uso en todo tipo de coches, incluso en compactos o en las versiones más altas de gama de los utilitarios. Pero, ¿Qué diferencias hay entre el cambio manual o automático en coche nuevo o de segunda mano y ocasión? ¿Es realmente mejor uno que otro?
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Ventajas del cambio manual
A continuación te contaremos ventajas de escoger un coche con cambio manual, pero después también te hablaremos de los puntos más negativos de elegir un coche con esta transmisión.
Más baratos: por norma general los coches con cambios manuales son más económicos puesto que por el volumen que aún representan su coste de fabricación es menor. Las diferencias entre un coche con igual motor y características, pero uno con cambio manual y otro automático, pueden oscilar entre 1.000 y 2.000 euros, en el menor de los casos.
Menos consumo con una buena gestión: los coches con cambio automático, debido a su gestión, suelen tener un consumo mayor, pero cada vez son más refinados y esta ventaja dependerá del conocimiento que el conductor tenga de su coche manual, al que puede exprimir correctamente para conseguir menores consumos.
Respuesta más directa y mejor control: en algunos coches con cambio automático sucede que el vehículo no responde tan rápidamente a nuestras exigencias como nosotros queremos. Con el cambio manual es más fácil modificar y conseguir la respuesta deseada. De hecho, la mayoría de los coches deportivos siguen teniendo opciones con cambio manual o con cambio automático, pero cuyas marchas se pueden seleccionar con levas detrás del volante y otros métodos.
Desventajas del cambio manual
Si se le pregunta a un conductor novel qué tipo de coche prefiere si uno de cambio manual o automático, seguro preferirá el segundo, por el hecho de que quedarse parado en una rampa y por los dolores de cabeza que provoca acostumbrarse al cambio manual de algunos coches.
Más concentración y preocupación: el manejo de los cambios manuales requiere tener, la mayoría del tiempo, una mano pendiente del pomo para cambiar de marcha en el momento concreto. Además, hay que tener un correcto control del embrague para no provocar daños a la hora de cambiar. Aunque el proceso de conducir un coche con cambio manual se acaba convirtiendo en instintivo.
Averías por mal uso: derivado de lo anterior, el incorrecto uso del cambio manual puede provocar averías en el coche. Es cierto que las visitas al taller son menos costosas que en el caso de un coche automático, pero también son más frecuentes. El mejor ejemplo de un mal uso del cambio manual es cuando en una rampa no has conseguido usar el embrague de modo correcto y se desprende un olor a quemado. Los cambios manuales dependen mucho más de la pericia del conductor.
Desaparición en el futuro eléctrico: los cambios manuales están abocados a desaparecer en unos años, aunque es difícil determinar cuándo, porque eso lo dictará el avance que tengan los coches eléctricos, que carecen de cambios manuales por su tipo de mecánica. De hecho, en algunas autoescuelas se permite sacar el carné solo para coches automáticos, ahora que su cuota ha subido y que el futuro se plantea más propicio para este tipo de transmisión.
Ventajas del cambio automático
Las ventajas de un coche con cambio automático frente al cambio manual las hemos ido desgranando en los apartados anteriores. Su presencia es cada vez mayor en coches con todo tipo de carrocerías y han ganado arraigo incluso en conductores que habían conducido coches con cambio manual durante toda su vida y que conocían el cambio automático por su uso en camiones y otros tipo de coches de uso más frecuente y regular.
Mayor comodidad: como hemos dicho, los cambios automáticos son sinónimo de comodidad y el que los prueba suele quedarse. Es verdad que se reduce cierta emocionalidad del cambio manual, pero los cambios automáticos, en cualquiera de sus versiones (doble embrague, variador continuo, secuencial, pilotados…) mejoran la experiencia, porque permiten al conductor centrarse única y exclusivamente en la conducción.
Inteligentes y tecnológicos: en épocas anteriores, los cambios automáticos eran lentos y podían encasquillarse sin un mantenimiento correcto, pero en la actualidad la mayoría de los coches más demandados y apreciados del mercado tienen este tipo de cajas. Los más evolucionados son más inteligentes que un humano y activan modos de ahorro de combustible o corrigen los malos hábitos del conductor, reduciendo y aumentando las revoluciones en los lugares exactos.
Ideales en el día a día: los cambios automáticos están pensados para responder de modo correcto a la mayoría de los recorridos que hacemos en el día a día. Los coches con cambio automático sufren mucho menos que los coches de cambio manual en situaciones como atascos. Como ya hemos dicho, los coches del futuro, tanto eléctricos como autónomos en cualquiera de sus niveles, traerán cambio automático. Además, los que tengan aún un regusto de usar el cambio manual tienen a su disposición coches automáticos con modos manuales o secuenciales. Las marcas están apostando cada vez más por ellos y las inversiones en transmisiones automáticas son más cuantiosas que en manuales, salvo excepciones.
Desventajas del cambio automático
A pesar de que los cambios automáticos son cada vez más refinados, cómodos y se han popularizado en todo tipo de coche, hay conductores que no se han acostumbrado a ellos y que siguen siendo apóstoles del cambio manual. Estos son algunos de los argumentos que dan:
Mantenimiento más caro: los coches con cambio automático, por su complejidad mecánica, requieren un mantenimiento más caro. Algunos conductores obvian esto y provocan averías en sus coches con cambio automático por no revisar estos sistemas correctamente. Los cambios automáticos tienen más piezas móviles y electrónica que acaban incrementando los costes en el taller. A su vez, como hemos dicho, los coches con cambio automático suelen ser más caros que sus equivalentes con cambio manual.
Más aburridos de conducir: no tienen porque serlo, pero algunos conductores achacan a los coches con cambio automático cierta monotonía y los hay que ven antinaturales los cambios que hacen, dejando que el coche se revolucione demasiado o dejándolo caer en exceso de vueltas. Esta desventaja dependerá del tipo de cambio automático del coche, pero una vez más, la cuestión principal será el precio. Si el coche es de gama alta, lo más normal es que tenga un cambio automático con opción de convertirse en manual o secuencial y cuya subida o bajada de marchas sea más natural.
Mayor consumo: como comentamos en el apartado de los coches manuales, el consumo es un apartado que dependerá del conductor y del tipo de cambio, pero por lo general, a igualdad de condiciones y con una buena gestión, los coches con cambio automático presentan mayores consumos. Las diferencias son mayores en los modelos más antiguos, donde el empuje no era tan continuo y existían interrupciones entre las marchas. Las diferencias de consumo entre un coche manual y un automático pueden ser de entre el 10 y el 15% favorables a la opción de cambio manual
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