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La tracción trasera es un diseño de transmisión en el que la energía del motor se transmite a las ruedas posteriores del vehículo. Esta es la disposición más clásica y usada en la industria automotriz hasta las últimas décadas del siglo pasado, quedando ahora relegada a coches de alta gama o con unos cuantos años a sus espaldas. Si estás interesado en hacerte con un coche de tracción trasera, y no gastar tampoco mucho el dinero en el proceso, este artículo es para ti.
Porque, si hay una cosa que realmente tiene a favor un vehículo de propulsión (la manera más correcta de referirse a este tipo de impulsión) es que la sensación de control y conexión con la carretera que proporciona esta disposición no es replicable con otro tipo de sistemas de tracción. Hablamos, por supuesto, cuando el coche es llevado a ciertos límites de la física, momento en el que realmente sale a relucir el verdadero comportamiento dinámico de un coche de propulsión.
Ventajas de la tracción trasera
Aunque menos común en los turismos en comparación con la tracción delantera, la tracción trasera ofrece ventajas que pueden ser deseables en ciertas situaciones. Como todo en la vida, algunas de ellas variará en función de tus preferencias y gustos personales, pues no es siempre sinónimo de querer ir haciendo el gamberro en los polígonos todas las noches. Aquí hay algunas de las principales ventajas de la tracción trasera:
Mejor equilibrio de los pesos: en los vehículos de tracción trasera, el motor y la transmisión se colocan generalmente en la parte delantera del vehículo, mientras que la tracción se dirige hacia las ruedas traseras. Esto distribuye el peso de manera más uniforme entre los ejes delantero y trasero, lo que puede mejorar el equilibrio y la estabilidad del vehículo.
Manejo más equilibrado: la tracción trasera proporciona una sensación de conducción más equilibrada y controlada, especialmente en condiciones de seco y en carreteras rectas. La distribución del peso y la tracción en las ruedas traseras puede ofrecer una mayor sensación de conexión con la carretera, mientras que a la hora de afrontar curvas aporta un manejo más deportivo gracias a la mejor distribución de pesos.
Mejor capacidad de remolque: cualquier vehículo de tracción trasera tiene mejor capacidad de remolque en comparación con los de tracción delantera. La disposición de la transmisión y la tracción en las ruedas traseras proporciona una mayor estabilidad y control al remolcar cargas pesadas, algo que podemos ver en furgonetas grandes y demás vehículos pesados como camiones u orientados a las obras.
Mayor potencial de rendimiento: la tracción trasera es la preferida en muchos vehículos de alto rendimiento, como deportivos y coches de lujo, debido a su capacidad para distribuir la potencia de manera más eficiente y poder ofrecer una experiencia de conducción más emocionante y dinámica.
Menos interferencia con la dirección: en los vehículos de tracción delantera, la dirección y la tracción se manejan a través del mismo juego de ruedas, lo que causa ciertas interferencias y pérdidas de tracción durante aceleraciones fuertes. En los vehículos de tracción trasera, la dirección y la tracción son independientes, lo que puede mejorar la sensación de control y la respuesta al volante.
Mitos y realidades sobre la tracción trasera
A lo largo del tiempo, han surgido innumerables mitos y realidades en torno a este tipo de configuración mecánica. No están todos los que son ni son todos los que está, pero aquí hay algunos de ellos:
Mito: la tracción trasera es insegura en condiciones de mal tiempo.
Realidad: Si bien es cierto que la propulsión puede tener menos tracción en condiciones de nieve o hielo en comparación con los vehículos de tracción delantera o integral, esto no los hace inherentemente inseguros. Con los neumáticos adecuados para todas las estaciones o neumáticos de invierno, y con la debida precaución al conducir en condiciones adversas, los vehículos de tracción trasera pueden ser seguros y manejables.
Mito: la tracción trasera es más propensa a derrapes y pérdida de control.
Realidad: una disposición de propulsión puede proporcionar una sensación de conducción más deportiva y emocionante, pero eso no significa que sea intrínsecamente más propensa a los derrapes. Con un manejo adecuado y técnica de conducción, los vehículos de tracción trasera pueden ser muy estables y ofrecer un excelente manejo. Si bien pueden requerir de una técnica de conducción ligeramente diferente, especialmente al acelerar en curvas, los vehículos de propulsión no son inherentemente más difíciles de manejar.
Mito: La tracción trasera es menos eficiente en términos de consumo de combustible.
Realidad: en el pasado, es cierto que los vehículos de propulsión solían tener una eficiencia algo inferior en términos de consumo de combustible al compararlos con sus equivalentes de tracción delantera. Sin embargo, con los avances en tecnología de motores térmicos y transmisiones, esta brecha se ha reducido significativamente, y algunos coches de tracción trasera pueden ofrecer una eficiencia similar a los de tracción delantera.
¿Qué coches de tracción trasera baratos puedo comprar ahora?
Si estás mirando en el mercado de coches nuevos, lo cierto es que la oferta no es demasiado amplia, especialmente con el filtro “barato”. Actualmente, las únicas opciones asequibles y más divertidas del mercado pasan por el Mazda MX-5 y el Toyota GR 86, aunque ambos superan la barrera de los 30.000 euros. Por eso, a continuación te ofrecemos desde Clicars las mejores opciones calidad-precio dentro del mercado de ocasión.
BMW Serie 3 (E90/E91/E92/E93)
Si bien siempre han sido populares los modelos de los 90 y comienzos de los 2000, la quinta generación del BMW Serie 3 es ahora más accesible que muchos de esos modelos. Siendo una gran evolución con respecto a su predecesor, esta generación de la Serie 3 también se podía adquirir con carrocerías sedán, coupé, descapotable y familiar, con motores que iban desde los 122 CV (316i) hasta los 450 CV (M3 GTR). Las unidades más accesibles comienzan por debajo de los 5.000 euros.
Ford Scorpio
No encontrarás muchos a la venta. Lógico, el Ford Scorpio fue un fracaso estrepitoso en el suelo europeo. No solo porque las marcas generalistas lo tuvieron difícil en el segmento de las berlinas premium, sobre todo por su estética. Eso ha hecho que su precio en el mercado de segunda mano no se haya alzado en exceso, pudiendo optar por vertientes V6 de 210 CV con cambio manual y tracción trasera por poco más de 3.000 euros.
Jaguar S-Type
En parte, el reemplazo del coche anterior, pues fue desarrollado bajo el mandato de Ford en el seno del grupo Jaguar Land Rover. Disponible con mecánicas diésel y gasolina de seis y de ocho cilindros, así como con cambio manual o automático, el Jaguar S-Type ofrece la calidad de rodadura de un buque inglés, pero con esa garra extra que suelen tener los modelos de la casa del felino. Gracias a que se vendió relativamente bien y su elevada depreciación, se pueden vislumbrar ejemplares en buen estado por menos de 4.000 euros.
Lexus IS (XE20)
Tal vez uno de los más infravalorados en su momento. Pero el tiempo lo ha tratado bien, y aun con más de tres lustros a sus espaldas, el Lexus IS (XE20) aun puede presumir de ser un coche muy construido, con un gran chasis, una magnífica calidad de construcción y motores más enérgicos que la primera iteración del modelo. En su versión 250, su motor V6 de 2.5 litros y 208 CV ofrece tanto una gran elasticidad, como suavidad, prestaciones, sonido y un consumo ajustado. Actualmente se pueden encontrar por unos 7.000 euros.
Mazda MX-5 (NC)
Considerado el patito feo de todos los MX-5 que Mazda ha dado a luz, lo cierto es que el NC es también el más práctico de todos ellos. Vale, es el más pesado y grande, pero esto lo hizo también más espacioso. Además, estructuralmente compartía mucho con el RX-8, luciendo un chasis extremadamente rígido y una diversión al volante prácticamente insuperable por cada euro invertido. Hoy en día se encuentran por unos 10.000 euros, y subiendo.
Últimos consejos para comprar un coche de tracción trasera
Comprar un coche con tracción trasera puede ser una excelente opción para aquellos que buscan un manejo más deportivo y una experiencia de conducción emocionante, o al menos más “pura” y estable gracias a las características ya descritas. Porque son buenos tanto en un tramo de curvas serpenteantes de montaña, como para hacer largos cruceros de autovía siempre y cuando el coche cuente con el mantenimiento pertinente.
En resumen, aunque la tracción trasera puede tener ciertas diferencias en comparación con otros tipos de configuraciones de transmisión, no es necesariamente menos segura o más difícil de manejar. Con la técnica de conducción adecuada y el mantenimiento apropiado del vehículo, los vehículos de tracción trasera pueden ser igualmente seguros, eficientes y divertidos de conducir.