Para viajar con seguridad, todas las piezas de un coche deben formar un engranaje perfecto en el que destacan, entre otras cosas, las pastillas de freno. Este elemento es uno de los aspectos más importantes a la hora de garantizar una frenada eficaz y proporcionarnos una conducción segura, por lo que siempre es fundamental que se encuentren en buen estado. Las pastillas de freno proporcionan la fricción necesaria a los discos de freno, haciendo que cuando pisamos el pedal nuestro coche se pare. Lo que significa que cualquier maniobra de frenado pasará por ellas.
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En caso de que tengamos unas pastillas de freno que no se encuentren en buen estado, la distancia de frenado aumentará con lo que eso significa: podríamos derrapar e incluso llegar a sufrir un accidente. Para obtener un frenado eficiente será fundamental que estén en buen estado junto con los discos de freno y por eso, habrá que prestarles una especial atención ya que se trata de unas piezas propensas al desgaste debido al uso que se les da. Sobre todo cuando tenemos una conducción agresiva en la que abusamos de los frenos cuando circulamos a alta velocidad. Y ahí se notarían más las consecuencias de unas pastillas de freno en mal estado.
¿Qué puede pasar si no se cambian? Alargar el cambio de pastillas no solo puede ser peligroso al perder el vehículo eficiencia en la frenada. Su falta de mantenimiento va más allá, ya que también puede dañar el disco. Pero eso no es lo único que debes tener en cuenta; una vez cambies las pastillas debes tener especial cuidado ya que tardan en asentarse y funcionar con total eficacia. Para llegar a un funcionamiento óptimo habrá que esperar unos 300 kilómetros y no exponerlas a una exigencia muy elevada, que pueda aumentar su temperatura y reduzca las cualidades a la hora de frenar.
Cómo verificar el estado de las pastillas de freno
Como ocurre con cualquier otro elemento mecánico, las pastillas de freno no iban a ser una excepción para los fabricantes. En datos orientativos sobre el tiempo de vida de las pastillas de freno, las marcas recomiendan cambiar las pastillas de freno delanteras a los 60.000 km, mientras que en las ruedas traseras pueden durar hasta los 120.000 km. Sin embargo, lo mejor será acudir periódicamente al taller para realizar una revisión general en la que nos confirmen cuál es el estado exacto de nuestras pastillas.
La manera de comprobar con exactitud cuánta pastilla te queda es mirar a través de los radios de las llantas, ayudados por una linterna, y fijarnos en el grosor de la pastilla. Fíjate bien ya que si el grosor de la pastilla de freno es inferior a 3 milímetros, no debes dudar: hay que cambiarla. Cuando este elemento está a menos del 30% de su grosor, lo más recomendable es hacer el cambio y evitar futuros problemas que, en el menor de los casos, sólo nos pueden costar dinero.
Señales de desgaste de las pastillas de freno
Puede resultar difícil hacer una inspección por cuenta propia que nos deje claro que nuestras pastillas de freno necesitan un cambio. Pero más allá de la evidencia visual, serán las propias pastillas las que se encarguen de avisarte que es hora de despedirse. Con casi total seguridad ese momento llegará antes con las pastillas de freno delanteras que con las traseras, ya que se desgastan con mayor rapidez, pero las señales serán iguales en ambos casos.
Por suerte en los coches más modernos se incluyen testigos que nos ayudan a tener al día el mantenimiento de los frenos. Esos testigos nos avisan de cuándo ha llegado la hora de cambiar las pastillas y si en algún momento ves en tu cuadro de mandos esa señal, no lo dudes: acude al mecánico. Si en tu caso el coche con el que circulas tiene ya unos cuantos años, presta mucha atención a estos síntomas:
- El pedal del freno está más duro de lo habitual.
- El nivel del líquido de freno baja de forma significativa
- Aparecen vibraciones al pisar el freno
- Escuchas ruidos o chirridos al accionar el freno
- Las ruedas se bloquean durante la frenada
- Necesitas pisar el pedal de freno más a fondo de lo habitual
Cuánto cuesta cambiar las pastillas de freno
Cuando llegue el momento de hacer el cambio, lo primero que debes hacer es identificar el tipo de pastillas de freno que monta tu coche. Semimetálicas (las más usadas y asequibles), orgánicas (duran menos), metálicas (las más duraderas) y cerámicas (son las más eficaces y se suelen usar en coches deportivos) son los cuatro tipos de pastillas que existen en el mercado actual. Por lo general su precio oscila entre los 10 y 60 euros, aunque en el caso de automóviles de gama alta o deportivos el precio puede incluso llegar a doblarse.
Como ves es un cambio bastante asequible y la operación no es complicada para quien tenga conocimientos de mecánica. Sin embargo, por su trascendencia en la seguridad del coche es recomendable que la sustitución se realice en un taller profesional. El precio total ascenderá entre los 60 y 200 euros si cambiamos un juego de pastillas delanteras, pero el importe definitivo estará condicionado por el tipo de coche que tengamos. Y recuerda; si permites que las pastillas se desgasten por completo, dañarás la superficie de los discos e incluso podría afectar al pistón de la pinza de freno. ¿Por qué es importante saberlo? Porque entonces la reparación puede ascender hasta los 600 euros.
Mantenimiento preventivo de frenos
Si eres de los que prefieren no pasar mucho por el taller y te gusta cuidar tu coche, estos consejos para alargar la vida de tus frenos te ayudarán a extender su vida útil, al mismo tiempo que ahorras tiempo y dinero:
- La velocidad es el enemigo: cuando frenamos desde una velocidad elevada, ese gesto es la primera causa de desgaste de las pastillas de freno. El mayor deterioro viene de este gesto y basta con reducir un poco la velocidad, para ahorrar pastillas.
- No uses los dos pies de manera simultánea: si tiendes a presionar el freno con el pie izquierdo, mientras que el derecho sigue acelerando, eso también causará un desgaste prematuro.
- Reduce velocidad cuando se pueda: en lugar de pisar el freno adelántate al flujo de tráfico y reduce la velocidad siempre que sea factible. Usa el freno cuando sea estrictamente necesario.
- Ten el coche ligero de equipaje: a más peso, mayor desgaste. No almacenes objetos en tu coche ya que en el momento de la frenada estarás exigiendo más a las pastillas de freno.
- Cambia o renueva el líquido de frenos: es aconsejable hacerlo cada dos años, sobre todo si tu coche es antiguo. De esta manera los frenos funcionarán de una manera más eficaz y evitarás un desgaste prematuro.
Como ves los pasos a seguir para conseguir un correcto mantenimiento de tus frenos y alargar su vida útil no son nada complicados. Pero recuerda que además de seguir estos consejos, también deberás pasar las revisiones pertinentes para hacer el cambio en el momento adecuado si no te quieres pasar de frenada.