Nadie las quiere, pero hay que hablar de ellas: las averías del coche nuevo o de segunda mano y ocasión. La mayoría tienen solución fácil y un número importante se pueden prevenir. En este post, abordaremos las averías más comunes que pueden ocurrir en un coche y proporcionaremos consejos para prevenirlas.
Vamos a contrata qué son las averías y las fallas de un coche de segunda mano y ocasión. Igualmente, tendrás respuesta sobre averías relacionadas con elementos como el chasis o el motor de arranque y haremos hincapié en las revisiones para evitar males mayores.
¿Qué son las averías de un coche y cómo se producen?
Las averías de un coche son problemas que surgen en un componente. Hay averías de diferentes tipos. Algunas pueden provocar que el coche no funcione. Otras, lanzan alertas a través del cuadro del coche, aunque permiten seguir circulando con él.
Hay averías que son fácilmente detectables, porque se perciben gracias a un aviso. Otras necesitarán la intervención de un profesional. Si no sabes exactamente lo que le pasa al coche, es mejor que acudas a un taller antes de intervenir por tu cuenta y correr el riesgo de agravar el problema.
Diferencia entre falla y avería
Aunque similares, falla y avería no son lo mismo. Una avería es un daño o defecto que provoca que un aparato no funcione correctamente, mientras que una falla, es un error o problema en el funcionamiento de algo.
Averías más comunes en un coche: causas y soluciones
Según un informe realizado por la OCU, las averías más comunes de los coches afectan a los componentes eléctricos, el sistema de frenos, la electrónica, el sistema de alimentación, la dirección, la moto o la calefacción y ventilación.
- Averías eléctricas: representan el 16% de las visitas al taller. Afectan sobre todo a las baterías, fusibles, bombillas, testigos, cierres, elevalunas y cableados.
- Averías en el sistema de frenos: los problemas con los frenos son cerca del 10% de las reparaciones y las piezas más dañadas son las bombas, los discos tambores, los cables de freno o los conductos.
- Averías electrónicas: los fallos en la electrónica de los coches son el 7% de las visitas al taller.
- Averías en el sistema de alimentación: el 6% de las averías de los coches se producen en el sistema de alimentación y la causa principal está en los carburadores de las bombas de combustible o los sistemas de inyección.
- Averías en la dirección: las averías en la dirección provocan el 5% de las visitas al taller y los problemas en este apartado se detectan, mayormente, en la amortiguación, la dirección, los ejes y los neumáticos.
- Averías en el motor: son el 5% de las visitas al taller.
- Averías en la calefacción y ventilación: son el 4% de los motivos por los que los coches van al taller.
Todas estas averías se solucionan, primeramente, con un buen mantenimiento. En segundo lugar, lo mejor es siempre acudir a profesionales. Llevar a cabo procesos técnicos por cuenta propia puede terminar en un problema mayor.
¿Cómo hacer un correcto mantenimiento de tu coche?
¿Cuántas veces has revisado tu coche en los últimos tiempos? La mayoría de las averías se pueden prevenir, pero pocas veces nos preocupamos por hacer una buena puesta a punto del coche. A continuación, te contamos las claves de un buen mantenimiento.
Si quieres tener tu coche siempre a punto, lleva a cabo las siguientes tareas:
- Mantenimiento de los líquidos del coche: son los que hacen que todo funcione en tu coche. Reemplazarnos no es caro y hay que poner atención en sus niveles.
Así, deberás controlar los siguientes líquidos:
- Aceite del motor: que has de cambiar cada 30.000 kilómetros
- Aceite de transmisión: que debes cambiar cada 100.000 kilómetros
- Líquido de frenos: un nivel bajo puede significar que tienes una fuga en el coche
- Líquido de dirección: para que la dirección asistida funcione correctamente
- Anticongelante: en días muy calurosos de verano o muy fríos en invierno, su función es vital.
- Revisión de filtros: son los que evitan que partículas o impurezas deterioren los componentes del coche o afecten a su funcionalidad. Es necesario reemplazarnos, por lo menos, una vez al año.
Existen varios tipos de filtros que deberás tener en cuenta:
- Filtro de aceite: retiene partículas que se desprenden del motor cuando hay una fricción. Hay que reemplazarlos cada vez que se haga un cambio de aceite
- Filtro de aire: para que el motor no tenga polvo o partículas abrasivas. Hay que revisarlo cada vez que se haga un mantenimiento
- Filtro de combustible: en los coches de gasolina evita que haya impurezas en el motor, en los diésel evita la corrosión
- Correa de distribución: una pieza fundamental en un motor de combustión. Sincroniza y coordina el movimiento de las válvulas de admisión y escape con los pistones del motor. En los coches nuevos no es necesario un reemplazo hasta los 200.000 kilómetros, aunque en los antiguos la cifra se reduce a los 100.000 kilómetros. En cualquier caso, no hay que dejar pasar más de 10 años.
- Batería: los problemas con la batería casi siempre están relacionados con descuidos de los conductores. Tienen una vida útil limitada, entre tres y cinco años, o lo que es lo mismo, aproximadamente 10.000 kilómetros. No hay un sistema que avise, por lo que es importante su comprobación periódica.
- Neumáticos: uno de los elementos de seguridad activa del vehículo más importante. El desgaste mínimo permitido es de 1,6 milímetros en las ranuras principales. No revisar desperfectos o circular con las presiones inadecuadas son algunos de los déficits que provocan averías.
- Motor: el núcleo del coche, que es crucial cuidad de modo periódico, sobre todo en lo referido a la lubricación y refrigeración, así como en la sustitución de filtros y correas u otras piezas en mal estado.
- Alternador: la pieza que produce la electricidad que acumula la batería y hace que funcionen el motor y los sistemas de ayuda a la conducción. Si tiene defectos, pueden sufrir el alumbrado o el limpiaparabrisas. Un alternador del coche es una de las piezas más caras.
Herramientas y recursos útiles para el mantenimiento y reparación de coches
Volvemos a recordarte en este punto que ante una avería, lo más recomendable es recurrir a un profesional. Tanto en un taller como en una pequeña reparación existen una serie de elementos útiles para el mantenimiento y reparación de coches.
- Llave dinamométrica: para apretar sujeciones con roscas.
- Llave de carraca: para trabajar en uniones atornilladas en espacios reducidos.
- Llave combinada: proporciona un agarre seguro de las sujeciones.
- Vasos: puntas que permiten enroscar y desenroscar rápidamente cualquier tipo de sujeciones.
- Destornillador de hoja plana: imprescindible para enroscar y desenroscar sujeciones roscadas.
- Mazo de goma: para enderezar o montar y desmontar piezas frágiles.
- Palanca de montaje: para eliminar piezas metálicas o estructuras dañadas.
- Cepillo de alambre: para limpiar superficies metálicas.
- Gato elevador: para facilitar la reparación de los coches.
- Autocle: un kit de herramientas con todo lo necesaria para afrontar las tareas de reparación.
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