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Si hay un elemento clave en la seguridad vial que nos permite observar todo el entorno que nos rodea, son los espejos retrovisores. Estos espejos le dan al conductor la capacidad de saber qué pasa a su zaga sin la necesidad de girar la cabeza constantemente y una correcta regulación de los retrovisores, no solo nos hace la vida más fácil al volante, sino que también es crucial para prevenir accidentes y reducir los puntos ciegos.
Curiosamente, los retrovisores del coche son uno de los pocos elementos que no han evolucionado demasiado con el paso del tiempo dentro del mundo de la automoción. Y existe un por qué. Estos elementos de seguridad desempeñan su función de una manera muy correcta pero al mismo tiempo, también depende de ti que sea así. Los puntos ciegos son una de las principales causas de colisiones en la carretera y es imposible eliminarlos del todo. Sin embargo, los espejos retrovisores ayudan a reducir su tamaño y con un ajuste correcto puedes evitar esos puntos ciegos que ponen en jaque tu seguridad en la carretera. Porque al volante, tan importante es ver cómo ser vistos.
¿Cuáles son los retrovisores y su función?
Para viajar seguros es imprescindible tener bien ajustados los espejos retrovisores en nuestro vehículo. Pero lo primero que debes saber es qué tipos de retrovisores tiene un coche. Cuando hablamos de un turismo con una capacidad máxima de hasta nueve ocupantes, incluido el conductor, siempre encontraremos tres espejos retrovisores; dos exteriores y uno interior que se dividen de la siguiente manera:
- Retrovisores exteriores: se dividen entre retrovisor izquierdo y retrovisor derecho. Ambos deben ir anclados a la carrocería del coche y deben ser convexos, para que el tamaño de los objetos reflejados se corresponda con la realidad lo máximo posible. Amplían el campo de visión del conductor hacia los lados del vehículo, ayudando a detectar vehículos en los puntos ciegos y a realizar maniobras de aparcamiento o de incorporación al tráfico.
- Retrovisor Interior: este espejo está ubicado en el centro del parabrisas, concretamente en la luna, entre el asiento del conductor y el del copiloto, o lo que es lo mismo, en la parte central del habitáculo. También debe ser convexo y proporciona una vista directa de la carretera y el tráfico detrás del coche. Es crucial para realizar maniobras como adelantar o cambiar de carril.
De los espejos retrovisores descritos, siempre será obligatorio portar dos en tu vehículo: el interior y el exterior izquierdo. Por norma general, todos los coches abandonan el centro de producción con los tres retrovisores, pero el exterior derecho será imprescindible cuando el espejo interior esté inhabilitado, independientemente del motivo. A partir de ese momento, el retrovisor derecho sí será obligatorio y además, también suele ser muy útil cuando el conductor no tiene suficiente visibilidad con el resto de retrovisores.
Pasos para regular correctamente los espejos retrovisores
Una vez has identificado qué tipo de espejo retrovisor existe, es el momento de conocer los pasos a seguir para regular correctamente los espejos retrovisores. Para empezar, lo primero que debes hacer es situarte en tu posición de conducción habitual y a partir de ahí, comenzar a ajustar los espejos siempre empezando por el interior.
- Retrovisor interior: lo ideal es que cubra el máximo campo visual de la luna trasera. Una vez que pierdes el objeto que ves por uno de los retrovisores laterales, si se coloca justo detrás de tu vehículo, debes poder seguirlo al instante con el retrovisor del interior del coche. Para colocarlo bien debes tener el coche parado y en un terreno listo. Asegúrate de que el espejo esté colocado en el centro del parabrisas, permitiendo una vista amplia de la carretera detrás de ti. Por último, ajusta el ángulo y verifica que el espejo no esté inclinado hacia el interior del coche.
- Retrovisor izquierdo: debe estar homologado y permitir la visión trasera de, como mínimo, 2,5 metros de ancho y diez metros de longitud. Inclina la cabeza hacia la izquierda, de manera que casi toque la ventana del conductor. Ajusta el espejo de modo que puedas ver solo una pequeña parte del lateral de tu vehículo. El resto del espejo debe mostrar la carretera y cualquier vehículo que se acerque por el lado izquierdo.
- Retrovisor derecho: al igual que el retrovisor izquierdo, colócalo sin que se vea la carrocería y cubre la vista de la carretera y los vehículos que se acercan por el lado derecho. Inclina tu cabeza hacia el centro del coche, justo por encima del reposabrazos central. La visibilidad trasera a través de este espejo debe ser de, al menos, 4 metros de ancho y 20 metros de longitud.
Cómo saber si los retrovisores están bien regulados
Una vez que hayas ajustado los retrovisores según marca la ley, es importante verificar que los puntos ciegos se hayan minimizado y que has ejecutado los pasos de manera correcta, por si fuera necesario corregir posibles errores. Para asegurarte, realiza las siguientes pruebas:
- Prueba con un coche detrás: observa cuál es tu visibilidad en un estacionamiento o una calle segura. Analiza cómo el coche que circula por detrás de ti pasa de un espejo a otro. Si los retrovisores están bien ajustados, no debería desaparecer de tu vista en ningún momento.
- Realiza una prueba en movimiento: conduce a baja velocidad y verifica que los vehículos que se acercan desde atrás sean visibles en todo momento en los espejos laterales. A medida que pasan de un espejo a otro no deben desaparecer. Si notas que hay puntos ciegos de manera prolongada, ajusta nuevamente los espejos.
Consejos adicionales para el uso de los retrovisores
Una vez has aprendido a ajustar los espejos retrovisores correctamente, es tan importante como esa tarea revisar su posición durante la conducción. Si durante la marcha identificas irregularidades, en algunos coches dispones de una palanca ubicada junto a los espejos en el interior del habitáculo para volver a colocarlos. Otros vehículos tienen un botón para ajustar de forma eléctrica los espejos, pero ten siempre en cuenta que estos avances no son garantía de nada. En cualquier caso, lo más importante es que no tengas que despegar tu espalda del asiento ni girar más de la cuenta tu cabeza para ver los demás vehículos mientras conduces. Si esto ocurre, es señal de que no tienes colocados correctamente los retrovisores y por lo tanto, lo más seguro es que, en parado, los vuelvas a situar en una posición que te permita reducir al máximo los ángulos muertos.
Afortunadamente, en la actualidad también existen sensores de punto ciego que se complementan con el uso de los retrovisores bien ajustados. Se trata de una de las pocas novedades que el sector del automóvil ha introducido en los espejos retrovisores, pero sin duda, la aparición de un testigo que nos indica la presencia de un coche a nuestro lado siempre será una ayuda. Aunque por encima de todo, será fundamental tener los retrovisores bien ajustados.
La correcta regulación de los retrovisores es un aspecto fundamental de la conducción segura que, aunque a menudo se pasa por alto, puede marcar la diferencia en la prevención de accidentes. Siguiendo los pasos detallados en esta guía, los conductores podrán asegurar una visibilidad óptima y reducir significativamente los riesgos en la carretera. Ajustar bien los retrovisores no solo mejora la seguridad propia, sino también la de todos los demás usuarios de la vía.