Encargado por el bicampeón del mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso, en colaboración con la división Q de Aston Martin, el Valiant combina lo mejor de lo mejor del mundo de las carreras y de los coches de calle con más tradición de la firma británica. Se fabricarán solo 38 unidades para todo el mundo y créenos, esta máquina es una de las más especiales que han salido de la fábrica de Gaydon en sus más de 100 años de historia.
El Valiant parte de la misma fórmula del Valour (al parecer, Alonso no quedó impresionado por el Valour y pidió a los ingenieros de Aston Martin algo más ligero y más centrado en las pistas). Por eso no solo luce una estética más agresiva que este último, también presenta más fibra de carbono, metales ligeros como el magnesio y una construcción cuidadosa para reducir el arrastre aerodinámico y, al mismo tiempo, añadir más potencia a un motor ya de por sí muy enérgico que hace gala de una transmisión manual.
Bajo ese largo capó y esa enorme parrilla que parece inspirarse en el Vantage V8 RHAM/1 de finales de la década de 1970 se esconde un motor V12 doblemente turboalimentado que genera 735 CV y 753 Nm con 5.2 litros de cilindrada. Eso son 30 CV extra y el mismo par que el Valour, lo que imaginamos que se traduce en un ligamento incremento en la aceleración y en las recuperaciones. Y al igual que este último, el Valiant se venderá exclusivamente con una transmisión manual de seis relaciones conectada a las ruedas traseras.
Por otro lado, la marca ha adoptado numerosas medidas para ahorrar peso. Por ejemplo, el coche cuenta con un subchasis trasero impreso en 3D que reduce tres kilogramos la masa y, al mismo tiempo, luce una sección central de magnesio que ahorra 8,6 kg al conjunto. Así, la masa no suspendida se ha reducido también en 14 kg gracias al uso de nuevas llantas ligeras de magnesio de 21 pulgadas, mientras que una batería de iones de litio ahorra otros 11,5 kg adicionales con respecto al Valiant. Eso debería de situar el peso del conjunto en torno a los 1.750 kg, aunque Aston Martin no ha revelado una cifra exacta.
Como el Valiant es un vehículo pensado para la pista, no sorprende que Aston Martin haya trabajado mucho en su puesta a punto. Todos los ejemplares estarán equipados de serie con amortiguadores Multimatic Adaptive Spool Valve que pueden ajustarse a una de las 32 posiciones posibles en menos de seis milisegundos. El fabricante inglés también ha retocado los modos de conducción, y ha equipado al coche con discos de freno carbonocerámicos de serie, con enormes discos delanteros de 410 milímetros y traseros de 360 mm.
Visualmente, el Aston Martin Valiant es mucho más agresivo que el Valour. La marca no solo ha metido más fibra de carbono, también ha rediseñado una nueva parrilla que cubre el frontal completo, nuevas aletas y un juego de llantas de aleación de 21 pulgadas. También se puede observar la incidencia de la F1 en los intrincados faldones laterales, así como un gran alerón trasero fijo y un nuevo difusor de fibra de carbono. No hay información sobre la carga aerodinámica, pero obviamente se adhiere al suelo muy bien.
“El Valour fue una celebración espectacular del aniversario número 110 de Aston Martin y me impulsó a crear una versión más extrema, inspirada en un coche de carreras enfocado a los circuitos y que, al mismo tiempo, ofreciera una conducción emocionante en carretera. El Valiant nació de mi pasión por conducir al límite y he disfrutado trabajando en la estrecha colaboración con la división Q by Aston Martin tanto en el diseño del coche como en las especificaciones técnicas y creo que hemos creado una obra maestra”, afirmó Alonso en el comunicado.
Naturalmente, es poco probable que tú o yo, amigo lector, podamos adquirir alguna unidad de esta obra de arte rodante. Y no porque el precio sea caro (Aston Martin ni siquiera lo ha anunciado), que lo será, si no porque todos los ejemplares previstos ya tienen dueño. Además, una vez haya sido presentado en el Festival de la Velocidad de Goodwood, es poco probable que veamos uno fuera de un garaje con climatización controlada. Por supuesto, desde una perspectiva artística, el coche es una belleza, aunque solo sea para mirar.