La DGT está intentando, continuamente, elevar la seguridad de los conductores en carretera, por ello, han creado normativas que regulan los elementos que son obligatorios llevar en nuestro vehículo. Los dos triángulos de señalización son uno de ellos y, también, los chalecos reflectantes de alta visibilidad.
La seguridad al volante también es nuestra prioridad y, por ello, desde Clicars vamos a explicarte porqué es tan útil llevarlos a bordo.
¿Qué son?
Los chalecos reflectantes son una parte esencial de la seguridad pasiva, ya que nos ayudan a evitar más complicaciones tras sucederse un accidente o una avería y, por tanto, aumentan la seguridad de los implicados.
Su diseño está enfocado a elevar la visibilidad de quienes lo lleven, hasta en 150 metros de distancia, sea en plena noche o con luz diurna. Deben ser en color rojo, amarillo o naranja y tienen que tener, al menos, dos bandas reflectantes horizontales de unos 5 centímetros.
Deben estar, además, homologados y certificados según la normativa europea EN-471 para uso en vehículos de turismo e industriales.
¿Cuándo hay que usarlos?
El uso del chaleco reflectante es obligatorio cuando se esté fuera del vehículo, ya sea en la calzada o en el arcén de las vías interurbanas y sin importar el motivo por el que se haya abandonado el interior del vehículo (a causa de una avería o accidente). En el caso, por ejemplo, de que debamos abandonar el coche para poner las cadenas en invierno, también sería obligatorio llevar puesto el chaleco reflectante. Por lo tanto, como hemos dicho, sea por el motivo que sea, si abandonamos el interior del vehículo, debemos hacerlo con él puesto.
Su obligatoriedad está recogida en el Reglamento de Circulación del 23 de enero de 2004 y si no se lleva a cabo debidamente su uso, el conductor se expone a una sanción económica de hasta 200 euros (aunque sin retirada de puntos del carnet de conducir).
¿Cuántos hay que llevar?
La normativa regula que cualquier persona que abandone el vehículo averiado o accidentado debe llevar un chaleco reflectante homologado, sin importar el número de plazas que tenga nuestro coche. Por ello, es aconsejable llevar uno por cada ocupante, ya que si no es así, en caso de ser necesario, las personas que no cuenten con uno deberán permanecer en el interior. La única excepción a la norma es que el coche en el que se encuentren esté humeando, en llamas, o que la climatología a la que se enfrentan los pasajeros sea extrema, en cuyo caso no se tendrá en cuenta la falta del uso del chaleco.
¿Dónde guardarlos?
Teniendo en cuenta que es obligatorio llevarlo puesto al abandonar el vehículo, es recomendable llevar, al menos el chaleco reflectante del conductor, a mano y que sea fácil poder acceder a él. La guantera, el bolsillo de la parte trasera del asiento, la parte inferior o el hueco de las puertas sería el lugar ideal. El maletero o el hueco de la rueda de repuesto es una mala opción, ya que hay que recordar que es obligatorio llevarlo en cuanto se baja del coche.