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El sector del automóvil está atravesando una de las crisis más pronunciadas de los últimos tiempos. La tendencia que se evidenció hace varios años sigue en auge y es que, a pesar de la gran oferta que ofrece el mercado, no se venden suficientes coches nuevos como para poder renovar el parque automovilístico. La edad media de los coches en el país no para de aumentar. Las carreteras españolas empiezan a pagar los efectos de una electrificación que no acaba de consolidarse entre los conductores y también, un elevado costo de los coches que hace plantearse mucho esta operación.
Los compradores creen que los coches eléctricos son caros y, por el momento, poco funcionales. La autonomía y la escasez de puntos de recarga son los mayores inconvenientes de este tipo de motorizaciones. Y ante la incertidumbre que presenta la industria del automóvil de cara a un futuro marcado por la descarbonización, el mercado no se mueve al ritmo que debería. Así lo demuestran las cifras. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), la edad media de los coches en España ya se encuentra en 14,2 años. Dicho de otra manera, los coches que circulan por las carreteras españolas son más antiguos que nunca.
Coches cada vez más viejos
Con los datos en la mano, la edad media del parque móvil español es uno de los más antiguos de toda Europa. Y la tendencia no hace más que ir en aumento. De los 13,9 años de media en 2022 a 14,2 en el pasado curso. Con las ventas de coches planas, las conclusiones que presenta el último estudio publicado por ANFAC son llamativas: de los más de 30 millones de vehículos que circularon durante el pasado ejercicio en España, casi la mitad de ellos (15 millones) tenían más de 15 años de antigüedad a sus espaldas.
Eso no quiere decir que las ventas de coches se hayan frenado, sino que el mercado de segunda mano donde destaca Clicars, ha cogido fuerza con el paso del tiempo. En el último años, por cada coche nuevo matriculado, se vendieron 1,3 turismos de más de 10 años. Y por lo tanto, eso deja en evidencia cómo cada vez es más complicado la renovación de un parque que ocupa el número 20 de Europa en antigüedad. Pues nuestras cifras son equiparables a las de países como Grecia, Estonia, Chequia o Rumania.
Para hacer más clara la evidencia, simplemente basta con echar la vista un poco más atrás. Concretamente en 2008, momento en el que llegó la crisis, la edad media de los vehículos que circulaban por las carreteras españolas era de tan solo 8,4 años. Pero a partir de ese momento, la cifra no ha hecho más que ir en aumento de una forma imparable. Para 2012 ya había superado los 10 años de media (10,4), en 2016 otro incremento situó la cifra en 12 años para superar los 13 en 2020, y alcanzar esa cifra máxima en la actualidad.
Consecuencias en las etiquetas de la DGT
Además de cómo puede afectar esta antigüedad en la seguridad del usuario, la edad media de los coches en España también tiene prejuicios en lo relacionado con las etiquetas medioambientales. Estas etiquetas de la DGT son una herramienta bastante útil para catalogar, en cierta manera, la antigüedad de los vehículos. De hecho, no obtener la etiqueta por antigüedad supone restricciones de movilidad en varias carreteras del país y así queda el reparto:
- Sin etiqueta: 29,4%
- Etiqueta B: 29,8%
- Etiqueta C: 35,1%
- Etiqueta ECO: 4,5%
- Etiqueta CERO: 1,2%
Como evidencian las cifras, la presencia combinada de todos esos vehículos más verdes con motorizaciones híbridas o eléctricas es todavía más pobre. Del total, a pesar de todos los beneficios que reciben, solo ocupan un 5,7% del parque automovilístico español en la actualidad… incluso habiendo incrementado su presencia en comparación a los últimos datos. Porque los Etiqueta 0 han crecido un 50,9% y los etiqueta ECO un 31%.
Preocupación en ANFAC
La situación actual del parque automovilístico español no deja indiferente a nadie. Ni a las marcas de coches que solo piensan en cómo vender más unidades nuevas; ni tampoco a quienes revelan las cifras. José López-Tafall, director general de ANFAC, ha mostrado su inquietud en torno a una realidad, para la que no se ve solución al corto plazo: “Cada año, nos preocupa más el envejecimiento de nuestro parque automovilístico. En 2023, la edad media de los vehículos ha superado los 14 años. En la última década, la antigüedad de nuestros coches ha aumentado en más de 3 años. Es crucial revitalizar el mercado y superar la barrera del millón de unidades, que nos permita introducir vehículos nuevos más sostenibles y seguros”.
¿Qué piden desde la asociación para paliar este crecimiento? Para empezar, una mejora en el Plan MOVES (ayudas a coches eléctricos que se ha ampliado hasta finales de año), donde solicitan “incentivos directos para la compra y garantizar su continuidad para el 2025”. A pesar de la poca popularidad que siguen presentando por el momento los vehículos más verdes, desde ANFAC no quieren quitarles protagonismo ni su espacio en el mercado a los modelos eléctricos. Es más, apoyan “un cambio que debe servir para convencer a los ciudadanos de que cualquier vehículo nuevo es superior a uno viejo. No solo en términos de sostenibilidad, sino también en eficiencia y, sobre todo, en seguridad”.
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