Son días de sustos y miedo en los que se celebra Halloween, unas fechas en las que las calles y los establecimientos se inundan de calabazas y disfraces. Al volante también se puede pasar miedo, aunque todo tiene remedio y se puede combatir. En este post te contaremos cuáles son los temores más comunes que podemos pasar en el coche, pero a su vez te daremos consejos para que su efecto sea menor.
Miedo a conducir de noche
Uno de los mayores miedos que tienen los conductores es a conducir de noche, cuando disminuye la visibilidad y es más difícil calcular el espacio o hacer las maniobras correctas. La fatiga aumenta el riesgo de sufrir un accidente a los mandos de un vehículo, por lo que el descanso se antoja fundamental a la hora de combatir el miedo a conducir de noche.
Lo más importante para minimizar esta fobia es contar con un sistema de iluminación en perfectas condiciones. Sobre todo si conduces frecuentemente de noche. Actualmente existen todo tipo de tecnologías en el mercado, pero lo más importante es que los faros no estén dañados o desgastados. Aunque es igual de importante que las luces estén correctamente reguladas para evitar pérdidas de visibilidad o deslumbrar a otros conductores.
Los coches más modernos tienen las luces de posición activadas prácticamente en todas las condiciones. No es necesario que tengas activadas las luces en todo momento, pero su uso nunca va a ser perjudicial, porque una de las cuestiones más importantes en la carretera es ver y ser visto. También es útil a la hora de combatir el miedo a conducir de noche tener bien limpios los cristales, consiguiendo así una perfecta visión en todos los ángulos.
Otros consejos que ayudan a reducir los miedos a conducir de noche:
- Tener un buen reglaje de los retrovisores para evitar el deslumbramiento
- Adaptar la velocidad a las condiciones de la vía para eludir accidentes
- Realizar controles periódicos de tu vista con especialistas
Si usas gafas o tienes pensado usarlas para conducir de noche puedes leer este otro post en nuestro blog en el que te detallamos los pros y los contras de utilizarlas.
Miedo a coches manuales
El miedo a los coches manuales existe prácticamente desde que nos subimos por primera vez a un coche de autoescuela. La incapacidad para soltar el embrague y poner la marcha correcta provoca nuestras primeras frustraciones al volante. Como la mayoría de los conductores españoles aprende a conducir en este tipo de coches, se libera de este temor pronto, pero alguno mantiene el miedo a conducir coches manuales durante su vida al volante.
Lo primero que has de saber es que hasta al conductor más experimentado se le puede calar el coche, sobre todo si se trata en una rampa pronunciada o en una salida rápida. Por eso es importante que, ya no solo como conductor evites el miedo a los coches manuales, sino que también contribuyas a que el resto de compañeros de carretera no padezcan este temor. De ahí que si te encuentras con alguien incapaz de arrancar un coche no lo atosigues con ráfagas o pitidos e intenta ayudarlo a salir de la situación de bloqueo.
A continuación te damos una serie de recomendaciones para evitar el miedo a los coches manuales:
- Compra un vehículo que tenga un sistema de asistencia en pendiente, un extra que en la mayoría de los modelos no tiene coste adicional y que retiene el vehículo en una pendiente para que puedas salir más fácilmente
- Colócate correctamente en el coche para alcanzar cómodamente el polo de las marchas y los pedales del vehículo. Así evitarás el nerviosismo que muchas veces provoca no ser capaz de hacer la maniobra correcta a la primera
- Practica en parado la salida: en un semáforo, puedes coger la sensibilidad del coche avanzando lentamente simplemente con el embrague, alcanzando el punto medio necesario para que el coche salga solo con ese movimiento. Pero no fuerces demasiado esta posición, tienes que ser delicado y tomarlo como un recurso más
- Aprovecha en una recta prolongada para cambiar todas las marchas y conocer mejor a tu coche, sabiendo qué recorrido tiene cada uno de las marchas en tu caja de cambios. Aprende también a frenar con seguridad para minimizar los riesgos
Miedo a conducir en general
En ocasiones, el miedo relacionado con la conducción o el coche no tiene que ver con un aspecto concreto, sino que afecta al propio acto de conducir en su conjunto. Es lo que científicamente se denomina como amaxofobia. Existen diferentes grados, pero es más frecuente de lo que parece. Según registros oficiales, hasta un 6% de la población padece un fuerte temor a conducir que se manifiesta a través de síntomas físicos como la sudoración o la taquicardia, además de psicológicos.
Según otros estudios, como los elaborados por Mapfre, el número de conductores con algún tipo de rechazo a conducir en algún momento de su vida puede alcanzar el 30%. El origen del miedo a conducir en general puede deberse a experiencias negativas pasadas, relacionadas con un accidente o algún episodio traumático. Otro motivo es no tener suficiente práctica al volante, lo que genera estrés en determinadas condiciones. Por último está la influencia genética, un factor que también se desarrolla en otras fobias.
Dependiendo del origen del medio a conducir, existen diferentes métodos para combatirlo. Pero a continuación te damos una serie de recomendaciones genéricas que pueden ayudarte en tu lucha contra el miedo a conducir en general.
- No evites conducir: esto solo aumentará tu temor y acrecentará tu ansiedad. Opta por recorridos fáciles o más cercanos y ve marcándote retos para no perder confianza.
- Conduce con acompañante: a veces, el miedo a conducir se manifiesta cuando vas con otras personas en el habitáculo. El mejor modo de luchar contra este desagrado es conducir con familiares o personas de confianza que te ayuden a limitar el nerviosismo.
- Rechaza la automedicación: algunos conductores recurren a remedios químicos para evitar temporalmente el miedo a conducir, pero este recurso es un simple remiendo. Es mucho más beneficioso para tu salud mental y personal recurrir a técnicas de relajación. Ir a especialistas como el psicólogo también te ayudará a dotarte de herramientas para combatir estos miedos.
- Vuelve a tomar clases: esto es algo que deberíamos hacer todos los conductores. Nunca está de más reciclar conocimientos y más con expertos. Hay cursos útiles y asequibles, ofrecidos por marcas y especialistas que te ayudan a ganar destreza en situaciones como una frenada a fondo o un golpe de volante.
Utilizar simuladores o realidad virtual es un tratamiento por el que apuesta la DGT y consiste en recrear a través de gafas de realidad virtual escenarios y situaciones que producen el miedo. Permiten al afectado introducirse poco a poco en las situaciones que le generan conflicto.
Miedo a perderse con el coche
El miedo a perderse con el coche es cada vez más frecuente, sobre todo con el aumento de la dependencia de sistemas tecnológicos como los GPS o aplicaciones de tráfico. El miedo a perderse se manifiesta en entornos muy dispares como las grandes ciudades o los lugares recónditos, pero en ambos casos tiene fácil solución.
El miedo a perderse también tiene un nombre científico como es Hodofobia y surge a la hora de realizar viajes o simplemente trayectos de larga distancia en la ciudad. Puede afectar también al uso del transporte público, donde es más frecuente que en el coche privado. Normalmente tiene que ver con algún antecedente del pasado o una situación de estrés puntual que se suma al hecho de no tomar correctamente una dirección.
Si esto te sucede, respira hondo y sigue estas pautas:
- No mires el reloj o la hora, si tienes una cita laboral o personal, simplemente envía un mensaje. Aquí no falla la máxima: lo importante es llegar
- Utiliza medios ‘analógicos’, sobre todo si estás perdido en una zona de mala cobertura: preguntar a los lugareños y el contacto humano siguen siendo útiles
- Recarga bien el depósito de combustible y descansa si es necesario: la paciencia es fundamental en este tipo de situaciones
Existen un montón de aplicaciones gratuitas y colaborativas en las que los usuarios alertan e informan sobre peligros en la calzada. Esto te dará más certidumbre en tus viajes. En este post recopilamos las más útiles.
Miedo a quedarse sin combustible
El miedo a quedarse sin combustible es uno de los miedos más extendidos, que afecta tanto a conductores de vehículos de combustión interna, como son diésel o gasolina, así como a aquellos de energías alternativas, sobre todo los eléctricos. Y este miedo tiene una fácil solución como es la planificación de la ruta a ejecutar. Existen aplicaciones para localizar las gasolineras más cercanas y otras que sitúan en un mapa los puntos de recarga eléctrica más cercanos, así como su potencia o estado.