No es raro ver en muchas películas americanas cómo los coches circulan con matrículas realmente sorprendentes, sobre todo para los españoles que, durante más de 100 años, poco han cambiado.
Pero no solo en EEUU las matrículas pueden personalizarse, sino también en muchísimos otros países como Australia, Andorra, China, Reino Unido… En algunos países, la personalización de las matrículas de coches se ha convertido en una buena fuente de ingresos, por lo que tanto gobiernos como ciudadanos están realmente satisfechos. ¿Quieres saber más sobre las matrículas personalizadas? ¡Has aparcado en el sitio perfecto! ¡Nosotros te lo contamos!
Tan locas como sus dueños
Personalizar una matrícula de coche puede ser realmente divertido y, a la vez, costoso. En América, por ejemplo, el sistema de letras y números es aleatorio, de ahí que se puedan hacer las combinaciones que se quiera. Los precios para poder hacerlo oscilan los 200 dólares, aunque algunas de ellas pueden llegar a costar miles de dólares. Matrículas con el nombre del propietario, con mensajes, divertidas, obscenas… cualquier cosa es válida mientras no esté repetida y la policía pueda identificar al propietario en caso de ser necesario.
Hay coches, por ejemplo, que su matrícula es divertida, sorprendente, elocuente, obscena en algunos casos… Algunos ejemplos son; GOOGLE, TROLL, GOD 666, LOSER, METALLICA… Sin lugar a dudas, la creatividad de los conductores americanos puede resultar realmente fascinante.
Pero no son ellos los únicos que utilizan sus matrículas para sonsacar una sonrisa. En Queensland, Australia, los conductores ya pueden personalizar su propia matrícula incluyendo, al final, un emoticono. Por un módico precio de 300 dólares, podrán incluir una cara sonriente, con corazones en los ojos, con gafas de sol, guiñando un ojo o una carcajada.
En Hong Kong los precios de las matrículas personalizadas están por encima de los 600 euros, deben incluir un mínimo de 8 caracteres, entre números y letras, y están prohibidas las letras I, O, Q, para evitar errores en su lectura. Además, algunas de las matrículas más codiciadas se llevan a subasta por millones de euros.
En Andorra, por ejemplo, la personalización está más acotada, pero aun así, pueden hacerlo. No pueden cambiar ni el tamaño ni el color de la placa, pero sí jugar con las letras y números, siempre y cuando los resultados no vayan en contra de la moral, sean signos del gobierno ni marcas registradas. Por 40 euros, hasta los 6.000, pueden personalizar su matrícula. Además, el coste anual para poder mantenerla es de 200 euros más.
¿Qué pasa en España?
Parece que en España la cosa no funciona igual. Durante más de 100 años han sido muy pocos los cambios que han sufrido nuestras matrículas, y muchísimo menos por capricho de los conductores. Aquí las matrículas van correlativas unas con otras y no pueden modificarse bajo ningún concepto. O, al menos, eso ha sido siempre así. Pero desde hace poco tiempo, una empresa dedicada a la fabricación de placas ha dado un pasito más allá, y ha conseguido la homologación de dos de sus placas. Esto permitirá que, de ahora en adelante, los conductores puedan llevar a cabo, muy ligeramente, una modificación en sus matrículas. Básicamente, estos cambios se podrán hacer en su forma, hexagonal u octogonal, o bien poder incluir ciertas grafías de fondo.
Aunque sea un pequeño paso, esto permitirá que los amantes del motor puedan empezar a personalizar matrículas en España, convirtiéndose en un regalo para el coche maravilloso.