En SEAT están encantados con su nuevo León y no es para menos. El compacto más popular de la firma española se renovó por completo en su última generación para volver a ganar terreno en el mercado. El buque insignia de la marca pasó de liderar los rankings a convertirse en el cuarto modelo más vendido por detrás del Arona, Ibiza y Ateca, por lo que la estrategia de recuperación pasó por crear un concepto de León más deportivo y mejor equipado, con el fin de recuperar el interés por un modelo vital en su oferta. Y lo han conseguido.
SEAT ha dotado al nuevo León de un salto de calidad y diseño para convertirlo en un coche con una increíble naturalidad y neutralidad de reacciones. El cambio que también ha afectado a la motorización (ahora se ofrecerá ya con el acabado FR asociado al motor TSI de gasolina de 130 CV) hace que puedas ir relativamente alegre, pero el verdadero disfrute de este modelo está en el interior de un habitáculo que está pensado por y para disfrutar de la conducción. Como destacó David Jofré, diseñador de interiores de la marca española, “al entrar en el nuevo León una sensación envuelve al conductor” y de esa manera cumplen con la idea con la que se desarrolló esta nueva generación: la de crear un efecto acogedor.
Posición del conductor
Una de las tareas pendientes para SEAT ante el desafío del nuevo León, era mejorar la ergonomía del modelo. Ahora “todas las zonas de la consola son fácilmente accesibles y visibles” como destaca Jofré, y “se han maximizado los espacios dedicados a diferentes tipos de objetos cotidianos”. El punto fuerte del León es que tiene más altura libre al techo tanto en la parte delantera como en la trasera. La firma española ha ganado ventaja frente a sus competidores y al mismo tiempo, también cuenta con más espacio para las piernas en todos los ocupantes. La ganancia en ese último aspecto es de 50 mm y aunque puede parecer que no es tanto, simplemente basta con saber que se trata de “la diferencia entre que las rodillas toquen con los asientos delanteros a que no lo hagan”.
Para garantizar una experiencia de conducción cómoda y segura, el conductor cuenta con una visibilidad razonablemente buena en todas las direcciones. Los montantes del parabrisas no molestan en exceso en las curvas muy cerradas y aunque el pero llega cuando echamos la vista atrás, la cámara posterior de aparcamiento se encarga de poner lo que le falta a la visión humana (su objetivo es angular).
A pesar de que el aspecto del interior cambia considerablemente en función de la versión por la que nos decantemos, el coche está recomendado para viajar cómodamente con cuatro ocupantes en unos asientos cómodos y mullidos de espuma. En algunas versiones del León hay asientos con regulaciones eléctricas y la posición del conductor es ideal pensando en los pedales y el volante. Ambos elementos están bien colocados y forman un tándem perfecto que se siente nada más comenzar la marcha.
Salpicadero moderno y funcional
Otro de los síntomas más evidentes de la renovación que ha experimentado el SEAT León se aprecia en el salpicadero. Cuenta con una calidad de acabados muy buena y el agrado de uso es realmente satisfactorio, pues han conseguido dotarlo de dos características principales: moderno y funcional. Es preciso utilizar la pantalla táctil para todo ya que apenas hay botones físicos. Desde ajustar la climatización hasta incluso el volumen del sistema de audio (al que también se puede acceder desde el volante). Aunque si eres de los que no quieren distracciones, siempre quedará el control por voz.
Sin embargo, si prefieres estar a la vanguardia de todas las evoluciones que introduce el sector de la automoción en sus creaciones, la versión Style llamará tu atención. La instrumentación tiene dos indicadores de agujas, una pantalla táctil de 8,25 pulgadas (que puede ascender hasta las 10 en este equipamiento y viene de serie en el FR) con dos ruletas y unos botones para acceder a las funciones. Esta configuración es la menos vistosa y al mismo tiempo, la más sencilla de todas. Por lo que acostumbrarte a ella será pan comido. Aunque eso no quiere decir que sea la mejor opción para aquellos que anteriormente han llevado un modelo más modesto. Al principio todo aquel que no esté familiarizado con los dispositivos puede verse superado, pero siempre tendrá la opción de configurar una pantalla de inicio con aquello que utilice más a menudo.
Espacio y capacidad del maletero
Para hacer una experiencia completa SEAT ha dotado al León de un maletero con 380 litros de capacidad en las versiones con motor de gasolina o Diésel. El dato no es desmesurado, pero se encuentra dentro de la media que marcan sus rivales más directos como el Citroen C4, Peugeot 308, Toyora Corolla o Hyundai i30. Hay que tener en cuenta que con la fila trasera de asientos abatida el tamaño aumenta considerablemente hasta ofrecer 1.210 litros, pero además, cuenta con argollas para fijar la carga, unos pequeños ganchos para colgar bolsas y un compartimento que sirve de separador y está situado en el lateral izquierdo.
Teniendo todos esos detalles en cuenta, si somos de los que queremos más, siempre podemos optar de manera opcional a un doble fondo que se puede colocar a dos alturas y una toma de corriente de 230 V. Aunque teniendo en cuenta de que este modelo está pensado, sobre todo, en el día a día, todos los aditivos que decidamos contratar en este apartado, serán más un capricho que una necesidad. Al fin y al cabo Seat ha invertido en una renovación del León para volver a ganar adeptos y si tú estás entre ellos, ¡en Clicars te lo ponemos muy fácil para que no te quedes sin el tuyo!