La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) puede ser un proceso temido por muchos conductores, sobre todo cuando su coche comienza a cumplir años. A partir de los cuatro años de vida tenemos una cita ineludible que puede convertirse en un quebradero de cabeza buscando la manera de que todo salga bien a la primera. Superar la inspección no es una certeza con la que llegamos al reconocimiento, sobre todo si el coche posee una mecánica diésel. ¿El motivo? Este tipo de motores es más propenso a no superar la prueba de gases.
A pesar de las dificultades que podemos encontrar para seguir circulando con total tranquilidad, ya que pasar la ITV al fin y al cabo no es más que un trámite que garantiza que los coches entrados en edad continúen circulando en buen estado, con la preparación adecuada podrás pasarla sin problemas. La inspección es más alcanzable de lo que parece y además, si pones en práctica los trucos y consejos que te recomendamos a continuación, serás capaz de pasar el examen con nota.
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Consejos para antes de pasar la ITV
Para empezar a prepararte de cara a la inspección, siempre es buena idea acudir a una revisión preITV en cualquiera de los talleres que ofrezcan este servicio. Sin embargo, si eres de los que prefiere llevar a cabo las comprobaciones en casa, simplemente deberás dedicar tiempo a tu coche y realizar una pequeña inspección por ti mismo. Puede sonar atrevido, pero la realidad es que los defectos más comunes que suelen alejarnos de superar la ITV a la primera suelen ser a simple vista. ¿Qué quiere decir eso? Básicamente que no hace falta tener grandes conocimientos de mecánica para ser capaz de detectarlos.
Si decides ponerte manos a la obra los pasos a seguir son sencillos: verifica el estado de las luces (el 27,5% de los defectos están relacionados con el sistema de alumbrado), recuerda que la profundidad mínima de los neumáticos cumpla el mínimo legal del 1,6 mm, comprueba los niveles del coche, que todos los cinturones abrochen y se bloqueen correctamente y vigila el sistema de frenado (donde se detectan el 12% de los defectos) en general y la tensión del freno de manos en particular. Solucionar problemas menores por adelantado puede marcar la diferencia.
La temida prueba de humos
Si eres de los que no le gusta la velocidad o sueles conducir por ciudad, no sería de extrañar que tuvieses carbonilla depositada en el tubo de escape del coche. A simple vista no parece un mal mayor, pero lo cierto es que ese detalle puede condenar tus opciones de superar la ITV. La prueba de humos es la más temida por todos los conductores, en parte porque es un acto de fe ya que con nuestros propios medios no seremos capaces de saber si estamos libres de infracción. Sobre todo si tenemos un coche con motorización diesel como hemos destacado al principio, a pesar de que esta infracción es independiente de la mecánica que se esconde debajo del capó de tu coche.
Para no temer más de la cuenta en este sentido, lo ideal sería conducir una distancia larga (que ronde los 30 kilómetros de recorrido para asegurarte) con el coche en su máximo de revoluciones, siempre que no lleguemos a entrar en la zona roja. Dicho de otra manera, camino de la revisión o en algún momento cercano a ella, dale un par de alegrías al motor estirando las marchas para que se expulse parte de la carbonilla que se haya podido quedar depositada en el tubo de escape.
Elementos que se revisan en la ITV
Antes de pasar la ITV ten siempre en cuenta que habrá detalles que sean inalcanzables para uno mismo en casa. Solucionar los aspectos más difíciles queda en manos de los profesionales pero, sin embargo, hay algunos puntos que tú mismo puedes comprobar durante esa revisión que lleves a cabo en casa. Tener noción de cuáles son te ayudará a evitar faltas leves (tres acumuladas te obligarán a repetir la revisión) y tener que regresar a la inspección, por lo que apunta y lleva a cabo estas recomendaciones antes de acudir a tu cita:
- Comprueba los neumáticos: revisa que cumplan con las medidas autorizadas para tu vehículo y asegúrate de que el dibujo tiene al menos la profundidad mínima para poder circular con ellos. Por última, comprueba también la presión del aire.
- Revisa los faros del coche: no debe haber luces fundidas ya que cada una de ellas puntúa como un fallo leve. Los focos no pueden estar rotos o desgastados. Asegúrate de tener los faros limpios.
- Placas de matrícula bien sujetas: comprueba que no están demasiado rayadas y se leen con claridad.
- Líquido en los depósitos: comprueba que están rellenos de agua, en el caso del limpiaparabrisas, y que las gomas estén en buen estado.
- Claxon: verifica que funcione correctamente.
- Los cinturones de seguridad: deben recogerse y anclarse sin problemas, al igual que los cierres de las puertas. En el caso de las ventanillas, deben subir y bajar sin contratiempos.
- Los testigos de fallo de motor o airbag: sus respectivos testigos deben apagarse después de encender el coche. Si siguen apareciendo luces en el salpicadero, se considera falta.
- Bajos del coche y parachoques: comprueba que estén bien sujetos.
- Luna del parabrisas: el cristal no debe tener rayajos ni chinazos en la parte de visión del conductor.
No descuides la revisión periódica de tu coche
Recuerda que todos esos cuidados son esenciales para superar la ITV sin contratiempos y a la primera. Pero sobre todo, ten en cuenta que para garantizar una inspección exitosa será fundamental cumplir con todas las revisiones periódicas que requiere tu coche según sus años de vida y distancia recorrida. Realiza un mantenimiento regular de tu vehículo, cambios de aceite, filtros y otras tareas de rutina que le aseguran una larga vida a tu coche y unas altas posibilidades de pasar la ITV sin inconvenientes a tiempo.
A diferencia del mantenimiento recomendado de nuestro coche, esta inspección es obligatoria y aunque superar la ITV debe llevarse a cabo antes de la fecha en la que se cumplen los plazos, la ley da un margen de dos meses para superar el trámite… pero no sin consecuencias. El conductor recibirá una sanción económica de 300€ pudiendo reanudar la marcha. Sin embargo, fuera de ese plazo de dos meses, la multa se mantendrá pero el vehículo se inmovilizará de inmediato.
Como ves, superar la ITV puede ser una tarea sencilla con la preparación adecuada. Siguiendo estos consejos y llevando contigo la tarjeta de inspección técnica (si ya has pasado alguna ITV) junto al permiso de circulación, estarás bien encaminado para pasar la inspección sin complicaciones y garantizar la seguridad y eficiencia de tu vehículo en la carretera. Recuerda que la prevención y el mantenimiento regular son clave para mantener tu coche en óptimas condiciones. ¡Buena suerte en tu próxima ITV!