Seguro que si has conducido tu coche en las últimas 24 horas, te has encontrado durante el trayecto con algún badén. Este elemento se ha convertido en un habitual de nuestras calles, especialmente en terrenos urbanos o residenciales, pero lo más importante de todo es que conozcas cuál es su función dentro de la seguridad vial. Cuando hablamos de un badén, estamos hablando de un elemento diseñado para reducir la velocidad durante la circulación de manera rápida. No tiene nada que ver con una señal, simplemente es un recurso fácil de instalar con el que conseguir una reacción inmediata donde es frecuente la circulación de peatones y otros usuarios vulnerables.
La misión principal de los badenes es reducir la velocidad en vías urbanas una vez lo atraviesas, con el fin de reducir las posibilidades de sufrir un accidente. A pesar de que en los últimos años se ha multiplicado su presencia, suele ser en pequeñas poblaciones donde los encontramos con mayor facilidad. Al fin y al cabo este obstáculo que ocupa toda la anchura de la calzada está diseñado para ser atravesado a una determinada velocidad (que no suele superar nunca los 50 km/h) para que el vehículo que lo atraviesa no sufra ningún tipo de daño y por eso, se sitúa en zonas urbanas donde la velocidad suele estar restringida en unos límites inferiores y el riesgo de accidente es mayor.
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Tipos de badenes
La normativa establece que sólo se podrán instalar badenes en zonas donde se avise de la obligación de reducir la velocidad. Para ello es necesario indicarlo a través de una señalización vertical en la que ya sabrás que debes reducir la velocidad, aunque debes tener en cuenta que te encontrarás dos tipos de badenes en la calzada.
- Sección transversal trapezoidal: deben tener una zona sobreelevada central de 10 centímetros de altura y cuatro metros de longitud con dos rampas. Cada una de esas rampas no debe superar el metro de altura si la zona está limitada a 30 km/h, los 1,5 metros en zonas restringidas a 40 km/h y 2,5 metros para las zonas de 50 km/h. Otro de los requisitos es que la distancia entre el asfalto y el inicio de la rampa no debe ser superior a los 5 mm, con el objetivo de dañar los coches.
- Sección transversal circular: se diferencia del anterior en que están confeccionados en material plástico muy duro y resistente, además de que este badén no se usa como paso de peatones. La zona sobreelevada es de 6 cm con respecto al asfalto y su longitud es de 4 metros. El borde de entrada debe ser inferior a los 5 mm.
Estas características son obligatorias en todos los badenes que se instalan en las carreteras y según la ley, si la normativa no se ajusta a todos estos puntos, los badenes se considerarán obstáculos en la calzada y podrán ser denunciados. ¿Por qué? Porque no cumplen con su objetivo dentro de la seguridad vial.
Requisitos para badenes legales
Como hemos explicado, el objetivo principal de los badenes es reducir al máximo posible las posibilidades de accidentes en vías urbanas. Y para cumplir con ese objetivo estos elementos deben cumplir una serie de características que recoge el Ministerio de Fomento. A partir de ahí se regula la forma, ubicación y señalización de los badenes, que dentro de la ley aparecen como reductores de velocidad. En esta norma se recogen las carreteras estatales y las vías con titularidad de los ayuntamientos y dependiendo de su tipología, tendrán que reunir las condiciones mencionadas anteriormente para ser legales. Aunque no son las únicas directrices a tener en cuenta.
El primer dato relevante es que los badenes deberán estar acompañados de una señal de advertencia de peligro para que los conductores sepan de su presencia. Esta señal es la P-15b y normalmente irá acompañada de una señal de límite de velocidad máxima, para recordar a los conductores de reducir la velocidad antes de aproximarse a ellos. Es fundamental tener en cuenta que sólo pueden situarse en zonas con límites de velocidad que oscilan entre los 30 y 50 km/h y que deberán ser colocados con una distancia de entre 50 y 200 metros. Aunque siempre se procurará que no supere los 150 metros.
De no ser así, tal y como contempla el artículo 5 del Reglamento General de Circulación, los badenes serán considerados como obstáculos en la calzada y estarán fuera de la ley. Algo que, aunque pueda parecer extraño, sucede de manera habitual. La mayoría de badenes que encontramos en las carreteras no suelen cumplir con los estándares que marca la ley ya que la normativa de 2008, su instalación no estaba regulada y los badenes ya formaban parte de la seguridad vial desde mucho antes.
Cómo abordar de manera segura un badén
Puesto a que de manera diaria nos encontramos con algún badén, es muy importante conocer cuál es la mejor manera de superarlos. Sobre todo, teniendo en cuenta que hacerlo de forma errónea o agresiva puede destrozar nuestro coche. La forma correcta de pasar los badenes y en general, cualquier obstáculo de características similares, comienza por superarlo con las dos ruedas al mismo tiempo y nunca de lado. De esa manera el coche sufre menos en todos los sentidos ya que al pasar de frente, el peso se reparte entre las ruedas.
Con la suspensión sucede exactamente lo mismo, ya que pasando de frente los amortiguadores reparten la carga y los muelles flexionan menos. La carrocería del coche también sufre torsiones y deformaciones bastante acusadas al tratarse de un obstáculo duro que, como hemos dicho, por norma general no cumplirá con las directrices de seguridad. Algo que los hace molestos e incluso dolorosos, si pasamos demasiado rápido por ellos. Aunque lo que más puede doler es nuestro bolsillo, si debemos hacer frente a averías innecesarias que puedes evitar teniendo en cuenta lo siguiente:
- No pegues el frenazo en el último momento, elementos interiores como frenos y amortiguadores se verán afectados con un posible rozo (sobre todo en coches deportivos con una carrocería más baja).
- No pises el pedal del embrague ni acciones la caja de cambios cuando pases por el badén.
- No pases en punto muerto por el badén, ya que se pierde el control del coche.
- Anticípate al badén para evitar molestias en los ocupantes y evitar posibles reventones. Si pasas muy rápido y hay un agujero o zona en mal estado, puedes destrozar un neumático.
- Acelera ligeramente al salir del badén, para hacer más progresiva y suave la incorporación de nuevo a la calzada.
Como ves son varios los factores a tener en cuenta a la hora de superar un badén, pero todos esos consejos te evitarán pasar por el taller y por supuesto, cumplir con la misión de estos elementos: reducir los accidentes en las carreteras. Protégete y protegerás a los demás.